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 Dar Lugar- Jana Leo

"Dar lugar": es una expresión con una palabra relacionada con el espacio y sin embargo es una expresión que se usa para referirse al acto de propiciar y facilitar una acción, hacer que un hecho ocurra. Para "dar lugar" no es sólo el espacio sino "el dar" lo que es imprescindible. Dar es un verbo generoso que se lleva muy mal con la dimensión interesada o privada de los museos..

.Los museos cada vez tienen más espacio y menos arte. La oficina no garantiza el trabajo  lo mismo que la consecucción de museo no implica arte. Así la proliferación de museos no tiene que ver con la creación de "nuevos espacios" sino de un espacio más, incluso de espacios de más

El arte precisa de un espacio irremplazable, esto es un lugar que existe sólo cuando se da y desaparece con el hecho. Esta vision del lugar como algo temporal, momentáneo es contraria a la propia definición del museo como un espacio de conservación más que de acción. Proveer espacio a diferencia de dar lugar no requiere de un constante esfuerzo ni de una renovación sin tregua, pero en sí mismo no es suficiente. El dar lugar se extingue con lo dado, que se deja de tener. El crear espacio es algo estático.

La diferencia entre lugar y espacio, es que el espacio existe aún cuando no ocurre nada en él . Llamamos lugar a lo que tiene un elemento personal, es decir ha sido apropiado.

La apropiación es una forma de hacer algo de uno por estrategias blandas, sin que haya fuerza. Por ejemplo en el caso de: "Flying Paper Airplanes" que realicé en el MOMA el 24 de marzo de 2006 . Se crea una situación , sin pedir permiso. El espacio se toma, tratándolo como un escenario. Hay un aprovechamiento del espacio existente para convertirlo en lugar al "dar lugar" a que algo ocurra..

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.."La conocí en el Centro Cultural" a nadie le gustaría que empezara así. ..."All de Vermeers in New York" de John Jost, 2001 una joven deambula entre la pinturas, en un ritual de elegancia, es francesa. Un hombre maduro aprovecha la hora del almuerzo para pasear por las rutinas diarias de en los lienzos de Vermeer.  Ella, una bohemia, busca el lujo extravagante, lo extraordinario y actúa sin escrúpulos. El, un ejecutivo, busca una aventura a la que no la quiere dar nombre, alguien que tapice de frescura exuberante y familiaridad el final de cada uno de sus días. Esta película no es precisamente una sobre un encuentro amoroso sino sobre el encuentro del arte con la decadencia social más estridente y por ello una reflexión crítica sobre la función del lugar del arte, incluso de los que se consideran "lugares". Parece como si ambos, la chica francesa y el hombre maduro se exhibieran con la obra de arte, enseñado sus debilidades más mezquinas en un ejercicio de sincero cinismo.

La pareja de Jost como otros que deambulan por el museo intenta beneficiarse del "aura" que el arte tiene y que puede crear un ámbito distinto, un estado de ánimo que distraiga del habitual de cada persona. El arte funciona como una especie de disfraz atmosférico. No se lleva puesto, se respira. El efecto de la obra de arte es de elemento aglomerante invisible, que sirve más para amalgamar almas gemelas en frente de la obra, o para eliminar la diferencia entre lo que uno es y como uno aparece que para relacionar al visitante con el artista. El artista tiene una función clorofílica; en una suerte de ecologismo mental combate los nubarrones del consumo indiscrimando y contaminante.

En los espacios existentes de arte hay poca intersección entre diferentes tipologías (público con el artista a través de su obra) sino entre las mismas (público con público, artistas con artistas, etc..). Sería deseable que las tipologías se superpusieran más que intersectar- la intersección implica un punto de encuentro central y encontrar el punto por su propia definición sólo ocurrirá de manera puntual. Un punto de interacción implica que sea algo único o al menos central y predeterminado, ya que el punto es definido.  Pero las acciones del arte no son direccionales sino colaterales o ritualisticas, e intentar aplicar reglas directas a lo que es un mediador es inapropiado. El adjetivo que ha de regir la caracterización del espacio de arte es: AMBIGUO.

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Los espacios artísticos del último siglo tienen una apariencia y estructura de algo que se mueve y produce; no es de extrañar que muchos de estos centros de arte se instalen en antiguas fábricas o que incluso recreen o simulen la apariencia industrial. Es la moderna pero ya obsoleta concepción del sitio de arte como centro de arte o centro de proyección.

La ambigüedad es un concepto que no va bien con el término asociado al arte durante el último siglo: "Producción".

La producción es obsoleta cuando acaba y el producto encuentra su sentido en ser consumido, es algo lineal que tiene un objetivo -ser útil  y un fin -momento en el que ha acabado. Sin embargo algo que es arte a menudo no tiene ni objetivo ni final pero no reduce lo humano a lo útil. La producción reduce al arte a un hacer (labor, actividad, acciones) o a un tener (objetos) sin embargo el arte "es".

 

Madrid 20 de Julio de 2006

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