Fundación MOSIS-MOdelos y SIStemas; Arte y Ciudad

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¿El arte genera o mueve dinero?

No tan Sostenible.

¿Porqué es importante esta pregunta?

Los Gobiernos de la Unión Europea en el año 2000 se fijaron en la Estrategia de Lisboa, el objetivo de hacer de la Unión Europea una "..economía competitiva, dinámica y basada en el conocimiento.." y "... donde el crecimiento económico debe ir disociado de la utilización de los recursos naturales."

El balance a medio camino del 2005 mostró que los resultados alcanzados eran mediocres y se necesitaba relanzar la estrategia. El gobierno de España respondió elaborando el "Programa Nacional de Reformas", que ha guiado la política económica hasta mediados del 2009 cuando, en reacción a la crisis financiero-económica mundial del 2008, se empezó a hablar mucho de un nuevo modelo Económico de crecimiento, o “Economía Sostenible”. En los meses finales del 2009 en España se generó el “Anteproyecto de ley de Economía Sostenible” con el objetivo declarado de             introducir en el ordenamiento jurídico las reformas estructurales necesarias para crear condiciones que favorezcan un desarrollo económico sostenible.

Ahora bien, ese desarrollo económico sostenible ¿se aplica en todos los sectores por igual? ¿Cómo se aplica al arte siendo un sector basado en el conocimiento pero raramente teniendo un desarrollo económico identificable? Los objetivos de la Estrategia de Lisboa, reiterados en el anteproyecto de ley de Economía Sostenible, son muy importantes no sólo para nuestra economía sino para nuestro modelo de civilización, pero ¿cómo se aplican en la actividad artística diaria?  El Arte es una actividad dinámica basada en el conocimiento,  y muy competitiva, como muchos artistas bien saben. Y con respecto a los recursos naturales, a excepción de arquitectura, una obra artística no utiliza muchos. Por tanto, es lícito pensar que el Arte tendría que tener un papel importante en los programas mencionados  antes.

Es interesante notar que en el caso especifico de España no se encuentra este papel. Es suficiente decir, simplificando, que una sencilla búsqueda de la palabra “arte” en el "Programa Nacional de Reformas" produce cero resultados. La palabra “cultura” aparece dos veces: la primera como parte de la palabra “agricultura” y la segunda en el contexto de “cultura empresarial”. Se consiguen resultados similares buscando la palabra “arte” en el “Anteproyecto de ley de Economía Sostenible”, donde la palabra “cultura” es utilizada más a menudo pero o en contextos genéricos, como “cultura de la innovación”, o con respecto a un nuevo procedimiento para la protección de la Propiedad Intelectual en sitios de Internet.

¿Cómo explicar esta falta ? ¿Será que el Arte fuese en sí una actividad  dinámica,  competitiva y  basada en el conocimiento pero no económica? En España el Instituto Nacional de Estadística mantiene una Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-93) así que es fácil encontrar una respuesta. Buscando “arte” y “artístico” en la CNAE se encuentran las siguientes actividades económicas relacionadas al Arte:

Tabla 1

Código

Título

22

Edición, artes gráficas y reproducción de soportes grabados

222

Fabricación de maquinaria y equipo para artes gráficas

29561

Fabricación de maquinaria y equipo para artes gráficas

52487

Galerías de arte comerciales

923

Otras actividades artísticas y de espectáculos

9231

Creación e interpretación artística y literaria

92311

Creación artística y literaria; interpretación de arte dramático, música y similares

 

Por tanto es posible llegar a la conclusión que desde un punto de vista oficial, en España el Arte es considerado efectivamente una actividad económica, pero no de las que pueden contribuir a un crecimiento económico sostenible basado en el conocimiento. Pero, ¿es así en realidad? ¿Es esta  postura oficial española necesariamente correcta desde un punto de vista teórico general? 

Un poco de análisis económico.

Se define actividad económica a cualquier proceso mediante el cual se obtienen productos, bienes y servicios que cubren las necesidades humanas. [1] No es objeto de este articulo determinar si el homo sapiens sapiens tiene una necesidad básica para las obras de arte: se da por sentado que es así aceptando la respuesta implícita en las actividades del CNAE. Usando un cliché, tanto la arqueología como la antropología evidencian un hombre primitivo que inmediatamente después de comer y encontrar un refugio dedica tiempo a la creación artística. Mas allá del tópico no es raro que los niños pasen parte de su tiempo dibujando ni que los adultos vayan a clases de materias artísticas aunque sea por cuestiones terapeúticas u ocupacionales, y por último que una parte de la población dedique todo su tiempo y su energía a intentar plasmar en objetos necesidades existenciales y emocionales o realidades no fácilmente aprensibles. Por otra parte, existen análisis muy minuciosos sobre las necesidades humanas que parecen confirmar, tanto las que siguen un modelo interrelacionado/interactivo (Max-Neef con Antonio Elizalde y Martin Hopenhayn [2] ) como las que usan jerarquías (A.H. Maslow [3] ), la existencia de esta necesidad fundamental.

Según la definición de actividad económica, que el arte cubra una necesidad humana lo convierte automáticamente  en una actividad económica. Ahora bien, una actividad económica tiene que generar dinero para quien la hace (porque sino quien la hace dejaría de hacerla y la actividad desaparecería) y para el contexto social en el que se da.

¿Produce el arte dinero para los artistas?¿Puede el arte realmente generar dinero para un país, o sirve únicamente para crear la ilusión de que hay dinero? Y ¿cómo se crea la ilusión de que hay dinero, con el movimiento? es decir, resumiendo: ¿El arte genera dinero o lo mueve?

 

Para lograr respuesta, es necesario empezar re-formulando la pregunta de una manera más rigurosa ya que todos los economistas saben que, en una economía moderna, el dinero es sólamente una unidad contable: no se genera por una actividad sino es creado del nada por el banco central y el sistema financiero según las necesidades. Un término más preciso en economía es “riqueza”. Desde los tiempos de Adam Smith [4] hay mucha literatura y discusiones sobre la riqueza de una nación. La Real  Academia  Española define riqueza como: “ ..abundancia de bienes y cosas preciosas”. Hay muchas definiciones de esta palabra, pero se puede decir que, en términos económicos muy fundamentales, la riqueza es el potencial de consumo en el futuro – un almacén de consumo futuro. Así que, por ejemplo, es claro que una persona que acaba de ganar el sorteo del Gordo de la Primitiva es muy rica ya que tiene la posibilidad de consumir no sólo todo lo que necesita, sino también todo lo que quiere. Si esta persona decide gastarse todo el dinero en el curso del año en viajes, hoteles de lujo, fiestas, comidas y regalos, al final del año ya no será tan rica porqué su potencial de consumo para el año siguiente ha vuelto a ser lo que era antes de haber ganado el Gordo. Si, por otra parte, esta persona utiliza el dinero del Gordo para comprar propiedades inmobiliarias, bonos del estado y piedras preciosas, entonces al final del año seguirá siendo rica; de hecho, no habrá consumido nada de su potencial sino sólamente cambiado la forma o el contenedor de este potencial de consumo futuro. Propiedades Inmobiliarias, bonos del estado y piedras preciosas son bienes patrimoniales utilizados para “almacenar” el patrimonio o riqueza de un individuo y en cualquier momento pueden ser canjeados por cosas que se quieren consumir. Hay gente que prefiere comprar y tener en su patrimonio obras de arte en lugar de piedras preciosas.

Trasladando este concepto a la totalidad de una Nación, la riqueza de un país debería ser su capacidad de satisfacer las necesidades futuras de sus ciudadanos. La riqueza total de un país no tiene que coincidir con la suma de las riquezas de todos sus ciudadanos. Simplificando, los bonos del estado, por ejemplo, para un ciudadano son riqueza pero para el estado son una deuda que sus ciudadanos tienen que pagar, así que su suma a nivel de riqueza total es cero. Para un país, su  capacidad de satisfacer las necesidades futuras de sus ciudadanos, su riqueza, consta de varios factores. El Primer factor son los recursos naturales aún explotables. El Segundo, los recursos naturales explotados pero no consumidos, porque han sido almacenados o transformados en bienes con valor patrimonial que en un momento dado pueden ser transformados directa o indirectamente en bienes de consumo o canjeados con otras naciones por bienes de consumo necesarios. Muchos de estos bienes patrimoniales a su vez se convierten en “recursos artificiales” con el potencial de aumentar la capacidad de un país de satisfacer las necesidades de sus ciudadanos. Un ejemplo puede ser un nuevo puerto que conecta un país con otro reduciendo los gastos de transporte y aumentando el flujo de turismo entrante. Otro ejemplo son las inversiones en capacidad productiva, establecimientos y maquinarias industriales, a condición de que sus productos satisfagan una necesidad y demanda real de los ciudadanos. El tercer factor es la población activa, su cantidad relativa, su habilidad, su preparación y su creatividad. El cuarto factor es, utilizando una expresión de Adam Smith,  la habilidad, destreza y juicio con que el trabajo de la población activa es aplicado en general a la explotación de los recursos. Según A.Smith este factor es quizás el más importante. En una economía moderna puede significar varias cosas como la política económica perseguida por las autoridades, la calidad y solidez de las instituciones, la habilidad de la sociedad de crear e innovar, el tipo de sistema económico adoptado, etc.

Estos factores traducidos al arte son: el primer factor los recursos naturales aún explotables sería la materia prima que usa el artista; el segundo, los recursos naturales explotados pero no consumidos, es decir la obra de arte; el tercero, la cantidad de artistas y la calidad de su formación y el cuarto, la política, la gestión cultural y la estructura del mercado.

Finalmente, volviendo a la pregunta inicial del titulo, esta puede ser re-formulada como: “¿Puede esta actividad económica llamada Arte realmente aumentar la riqueza de un país, o el dinero que se mueve alrededor del mercado del Arte es sólamente un medio transitorio para facilitar el intercambio de bienes patrimoniales existentes?”

La mano invisible.

Sobre la base de lo analizado en el capítulo anterior, la respuesta, desde un punto de vista teórico general, no puede que ser totalmente positiva, en el sentido que, para un determinado país, ambas partes de la pregunta tienen la potencialidad de ser verdaderas hasta cierto punto y en manera antitética. La medida en que una lo sea más que la otra depende en el cómo está organizado el mercado del Arte en dicho país.

Pero ¿qué es el mercado? La Encyclopædia Britannica lo define como “..un medio por el cual se lleva a cabo el intercambio de bienes y servicios  debido a que los compradores y vendedores están en contacto unos con otros, ya sea directamente o a través de agentes mediadores o instituciones.” [5] El Mercado es un concepto fundamental en una economía moderna que se basa en la división del trabajo y la especialización. Es el sitio real o virtual donde convergen los agentes económicos para ofertar sus productos e intercambiarlos con otros que necesitan. Por tanto, es el sitio donde se satisfacen las necesidades, donde éstas se concretizan en algo específico que se puede obtener a cambio del propio producto.

Se puede decir que un mercado donde todos los participantes salen igualmente satisfechos, no obstante que cada uno se preocupe sólo de su propia necesidad, es un mercado que funciona bien. Los economistas lo llaman “mercado perfecto” porque permite una distribución eficiente de los recursos maximizando la riqueza de los consumidores y productores por igual [6] . Tal mercado no parece existir en la realidad pero es un concepto teórico muy útil para medir la eficiencia de los mercados reales.

¿En qué medida el mercado del arte se aproxima al modelo de mercado perfecto? En esencia el mercado del arte no es diferente de cualquier otro mercado (un sitio donde compradores se encuentran con vendedores e intercambian obras de arte a un precio convenido), con lo cual para analizarlo se parte de los principios básicos generales, simples, pasando después a la complejidad del mismo.

Cuando el arte tenía una estructura simple parece ser que era más cercano al modelo de mercado perfecto. Antiguamente, el artista era también artesano y vivía en una zona bien delimitada de la ciudad junto a otros artistas y artesanos. Los clientes, aquellos que necesitaban arte, visitaban los varios talleres hasta encontrar el artista que más le entendiera y le gustara estéticamente por el precio que estaban dispuesto a pagar. Este tipo de mercado propiciaba un contacto directo entre productor y consumidor de arte, fomentaba la competencia entre clientes para contratar el mejor artista y entre artistas para conseguir los mejores trabajos, posiblemente acercándose bastante al modelo de “mercado perfecto”. Se puede definir este mercado como “mercado primario directo”. Sin embargo, para las obras que tienen una cierta movilidad, pronto empezó a establecerse un mercado de “segunda mano” o, utilizando un término económico, “secundario”, donde el posesor de un obra la vendía a un tercero que ni siquiera conocía personalmente al artista. El comienzo de este mercado secundario confirmó lo antedicho, que una obra de arte puede ser un bien patrimonial que se utiliza para almacenar riqueza, e introdujo un tercer tipo de agente económico: “el intermediario”.

Desde entonces la estructura del mercado del Arte se ha complicado bastante pero conservando esta dicotomía de base y un estudio de la situación actual tiene que analizar esta división del mercado en primario y secundario. En este proceso, los agentes que actúan en el mercado también han ido multiplicándose, apareciendo varios tipos de intermediarios y hoy en día es muy poco probable que un artista venda su obra directamente a un cliente. El mercado primario directo ha ido cediendo el paso a un mercado primario indirecto con galerías de arte y ferias como intermediarios, mientras que en el mercado secundario han surgido casas de subasta y marchantes privados.

El mercado actual tiene una estructura en la cual los artistas venden sus obras a  través de galerías. Las galerías representan,  (en algunos casos, invitan, eligen, y/o “descubren”) a los artistas. Toman en depósito sus obras y  tratan de venderlas a coleccionistas. Mediante exposiciones en la galería, escritos de críticos, las piezas tratan de cobrar valor. Tras una carrera expositiva, es posible que el artista sea seleccionado para ferias de arte (las ferias requieren que el artista tenga galerías para poder participar), lo cual le da más valor. Éste puede ser el momento en el que el artista tiene capacidad de elegir galería ya que es susceptible de ser coleccionado con facilidad. El artista tiene exposiciones en centros de arte no comerciales como los museos y los centros de arte y es posible que siga teniendo buenas criticas y los que compraron su obra la revendan entrando en el mercado de segunda mano (casas de subasta y marchantes privados).  

En esta estructura el intermediario más prominente ha sido la galería, seguido por el comisario cuya función concreta es seleccionar a los artistas más destacados.  En realidad la función del comisario que parece como puramente cultural es la de producir un cambio de mercado para el artista, es decir, los elegidos del mercado primario son lanzados al secundario. En este cambio de mercado, el comisario y el centro de arte juegan un papel prioritario. Mucha materia se mueve alrededor del centro de arte. Se puede hablar de un tercer mercado que no es de obras de arte pero sí vinculado a éstas. Un mercado colateral de actividades “promocionales”, como exposiciones y catálogos, actividades educativas, y actividades turísticas.

 

El mercado secundario básicamente consiste en: casa de subastas. Cada vez más todos los agentes intermediarios intentan trabajar en ambos mercados. Es de interés para las casas de subasta, que cobran comisiones porcentuales, incrementar el volumen de obras que pasan por sus subastas, y por tanto participar o patrocinar ferias de arte para impulsar y dar fama a nuevos artistas a fin de fomentar la demanda para sus obras en el mercado secundario. Es interés de las ferias prestarse a este juego porque los compradores están dispuestos a pagar un precio más alto si piensan tener la posibilidad de revender una obra y con ganancias. Por otra parte, las galerías se resienten de que las casas de subasta reciban la porción mas grande de los beneficios generados por sus “inversiones” en nuevos artistas e intentan fidelizar sus clientes coleccionistas con descuentos y  derechos de primera opción, pidiendo a cambio   ser los primeros en ser consultados en caso de reventa.

El agente fundamental, el artista, ¿qué papel tiene en toda esta estructura de mercado? Cada vez menos, excepto para aquellos artistas que lo consiguen llegar al mercado secundario; estos se convierten en estrellas, algunos de los cuales, estrellas fugaces, porque son interdependientes del apoyo continuo del mercado primario. 

Imperfecciones.

En el mercado primario, la escisión del vínculo directo entre artista y cliente tiene varias consecuencias prácticas desde el punto de vista de su situación respecto al modelo de “mercado perfecto”. Ya el artista no tiene forma de conocer las reales necesidades de su cliente, sean de natura existencial, estéticas o filosófica, y consiguientemente de poderla concretar en un producto que maximiza la satisfacción del comprador. Por otro lado el cliente, no pudiendo comunicarse con la sensibilidad y creatividad del artista, tiene una dificultad análoga en concretar sus necesidades en objetos específicos. Lo peor es que ambos desconocen el precio al cual uno está dispuesto a producir la obra y el otro a comprarla. Algunas de estas informaciones son poco conocidas por el intermediario. El intermediario conoce las necesidades de los artistas y de los clientes e intenta ajustar las unas con las otras pero maximizando sus propias necesidades. En economía, cuando un comprador y un vendedor tienen información diferente sobre una misma transacción, se dice que hay “información asimétrica” [7] . La información asimétrica puede llevar un mercado a un resultado macroeconómico ineficiente y en algunos casos a su total desaparición [8] .

Así que, para un galerista llega a ser de extrema importancia convencer al comprador de la calidad de una obra y de un artista para justificar su precio. Pero hacer esto  por parte del galerista puede requerir una inversión importante que tiene que ser reflejada en precios más altos. Lo precios más altos, a su vez, reducen el mercado y determinan una estricta selección de los artistas que son impulsados. Además surge el problema de como definir la calidad. En un mercado primario directo no existe este problema: la calidad es totalmente subjetiva. Simplificando, el comprador elige el artista que le da lo que quiere al precio que él está dispuesto a pagar, y en caso de mala ejecución no le paga o le paga menos. Pero en el mercado primario indirecto a causa de la asimetría de información, el comprador, necesita convencerse que la calidad de lo que le proponen corresponde al precio que le piden y busca algún indicador “objetivo” de calidad. ¿Cómo valorar una obra de arte de manera objetiva? Los expertos hablan de significación histórica, innovación conceptual, originalidad, maestría en la técnica, sin embargo el factor más importante es que haya un cierto consenso de expertos y críticos sobre estas calidades en una obra. Así que para promover artistas, las galerías y las ferias intentan aumentar la notoriedad de los mismos buscando la creación de un consenso entre críticos y expertos sobre sus calidades. La estrategia es la de minimizar el riesgo buscando unos pocos potenciales ganadores para invertir en ellos, dejando todos los otros atrás. Y la inversión empieza a dar sus frutos cuando las obras dan el salto al mercado secundario. Por tanto parece que la estructura de este mercado es propensa a concentrar todos los recursos en la validación del artista para aumentar su comercialización, y no en la creación.

 

Pues entonces..

Ya quizás es posible sacar unas conclusiones y contestar la pregunta inicial.

En el mercado secundario del Arte se tratan obras ya existentes que son reconocidas como bienes patrimoniales. En este sentido este mercado no genera ninguna riqueza para un país, ya que lo único que ocurre es que riqueza ya existente cambia el medio en el cual está almacenada: se venden estos bonos del tesoro para comprar estas pinturas, por ejemplo. De manera residual, se genera un poco de riqueza en el sentido que la gente que trabaja en este sector representa un recurso humano que consiste en pericias y conocimientos que se pueden canjear por otros recursos.

Es el mercado primario lo que genera verdadera riqueza para un país. Es allí donde un potencial “Picasso” utilizando unos pocos recursos naturales, unos metros de tela, unos pelos de cerdo, unos tubos de colores etc.., aplica su sensibilidad, su capacidad de creación, para concretizar una obra que no sólo valdrá millones en un futuro, sino será un señuelo para atraer millones de turistas. En el mercado primario se generan los que anteriormente se han definido “..recursos naturales explotados pero no consumidos..”, que a su vez podrán ser explotados por otros “recursos artificiales” como museos y centros culturales para crear más riqueza. En otras palabras, allí (donde) se generan las obras de Arte.

Por tanto es muy importante para un país tener un mercado primario del Arte que funcione bien y estimule la creación. Se ha visto como un mercado primario indirecto puede tener varias imperfecciones que llevan a empobrecer la producción artística, mientras que uno directo tendría que estimularla siempre cuando hay bastante demanda de obras de arte en una economía. Con respeto a España, aún no teniendo datos de propia fuente, es pertinente utilizar los del siguiente estudio porque corresponden con el resultado intuitivo de las hipótesis expuestas en este escrito. Este estudio, ha intentado cuantificar la dimensión del mercado del Arte en este país [9] y aunque las estructuras de los datos no se correspondan exactamente al modelo teórico expuesto en este escrito, sin duda permiten llegar a las mismas conclusiones. En el periodo 2002-2003 sobre un total de aproximadamente 1.550 millones de euros de gastos consolidado total en artes visuales, solamente el 2,40 % se fue a la producción de obras. Dicho de otra manera, este dinero se repartió entre 11.236 artistas o profesionales de los cuales 3.998 estaban ocupados a tiempo completo, mientras 5.955 (un 52,7%) ingresaron sólamente entre 0 y 375 euros mensuales. Re- agregando los números del estudio se puede formular la siguiente tabla sobre la repartición del gasto:

Tabla 2

 

-el 2,40% se da en mercado primario directo (mercado de obra nueva entre artistas y usuarios).

-el 20,00% se da en mercado primario indirecto (mercado de obra nueva a través de galerías).

-el 17,00% se da en el mercado del arte secundario (mercado de venta de obras de arte de artistas considerados como valores, sobre todo en casas de subastas).

-el 60,60% se da en un mercado colateral al mercado secundario (gestión de espacios por parte de administraciones públicas y privadas.)

 

Estas conclusiones generan muchas preguntas. ¿Por qué el mercado primario directo es tan pequeño en España? ¿Cómo incrementar el Mercado primario directamente unido a la generación?

¿Qué consecuencias tiene esto con respecto a los artistas y a la producción de obras de arte? ¿Cómo se podría estimular el mercado primario en general y el directo en particular? El 60,6%  de los gastos en el mercado colateral, ¿están generando riqueza o solo consumo?

 

¿Cómo adecuar el mercado para que por sí mismo y no por intermediarios, o elegidos sirva para seleccionar el arte a la venta? En definitiva, ¿como hacer que en el arte el mercado funcione de forma viva, sin obstáculos?

 

 

 



[1]     http://es.wikipedia.org/

[2]     Human Scale Development 1991, Apex Press, New York and London, ISBN 0-945257-35-X

[3]     A.H. Maslow, A Theory of Human Motivation, Psychological Review 50(4) (1943):370-96.

[4]     Smith, Adam: An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations. AD. 1776.

[5]     Traducción libre de “market. Encyclopædia Britannica. 2010. Encyclopædia Britannica Online. <http://www.britannica.com/EBchecked/topic/365647/market>

[6]     Para profundizar el tema ver http://e.viaminvest.com/B10CompetitionInProductMarkets/App10PerfectMarketModel/Exhi_Perf_market_econ.asp

[7]     In 2001, the Nobel Prize in Economics was awarded to George Akerlof, Michael Spence, and Joseph E. Stiglitz "for their analyses of markets with asymmetric information."

[8]     Akerlof, George A. (1970). "The Market for 'Lemons': Quality Uncertainty and the Market Mechanism". Quarterly Journal of Economics 84 (3): 488–500. doi:10.2307/1879431.

[9]     La dimensión económica de las Artes Visuales en España - Associació d’Artistes Visuals de Catalunya (AAVC).

 

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