Sopa de artista

Sopa de Artista. Jana Leo

La sopa se hace con los restos, pan duro y/o huesos; en esto se puede parecer al arte, con muy poca materia se hace algo substancioso. Por otra parte, al artista sólo le llega para  los huesos (un 52.75%* de los artistas gana entre 0 y 375 euros al mes <1>sólo 26 artistas españoles viven de su trabajo). Sólo el 2,4% del dinero que genera el arte se da en el mercado primario directo (mercado de obra nueva entre artistas y usuarios). Los creadores directos reciben los huesos del arte. La carne es el  60,60% que se usa en un mercado colateral al mercado secundario. Este mercado intenta hacer que los artistas salten del mercado primario al secundario y lleguen a ser considerados valores. Este es el mercado de la proyección o “el mercado de la esperanza”, unos cuantos son elegidos, lanzados y convertidos en estrellas. Este mercado incluye: gestión de espacios por parte de administraciones públicas y privadas; la mayor partida va para sueldo de funcionarios y personal contrato, incluyendo guardias y limpieza de centros de arte y una pequeña parte para exposiciones, catálogos; un pequeñismo % para los artistas a través de premios (cuando a un artista se le paga por su trabajo es tan inusual que se llama premio). Un porcentaje muy pequeño de artistas llega al mercado secundario. El hígado se ha transformado en paté y se vende en entornos de lujo. El 20,00% del dinero en arte va a las galerías gran parte de este porcentaje no va a obra nueva sino a la reventa y por último, el 17,00% que  se da en el mercado del arte secundario (mercado de venta de obras de arte de artistas considerados como valores, sobre todo en casas de subastas). Cuanto más enferma está la oca mejor sabe el paté.

Partiendo de la imagen de la sopa (la sopa boba, la sopa que se da por caridad a los pobres, el artista- muerto de hambre) “Sopa de Artista” es un contexto para el análisis y la discusión del arte en el contexto socio-económico actual. Atendiendo a temas tan variados como el arte como actividad económica, atendiendo a como se nombra y proponiendo la reestructuración de los epígrafes de artista; pasando por la revisión de las políticas gubernamentales que no contemplan de exención de impuestos; revisando los “desarreglos del valor” simultánea infra-super-valoración del artista y llegando a una re-definición del trabajo en un sistema como el del arte en el que el artista no es ni un simple trabajador , ni realmente un profesional y por ello no recibe ni salario ni  honorarios.

*Los datos no son de origen propio sino de diversas fuentes, aunque apuntan a lo que parece ser cierto no estoy segura de su precisión

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