El hacer para ser

El apoyo a “hacer cosas” sobre el “hacer como parte de una investigación de lo que se es ”

Todo hacer no es actividad. Junto con el apoyo a la actividad, al “hacer cosas” es necesario apoyar la el estudio, reflexión y la observación, es decir, hacer como parte de una investigación de lo que se es; que el hacer ayude a definir al individuo a través de su actividad y apoyar a los especialistas en arte, los artistas.  Sí bien es cierto que el apoyo a las “actividades visitables”, procura visibilidad a corto plazo y atrae turistas, la consideración de un país a nivel intelectual-artístico-cultura se da por sus valores (artistas que son parte y producen un movimiento artístico) . Por poner un ejemplo, Lorca y los de su tiempo y movimiento fue de la ultima generación de la que se habla fuera de España. Madrid sigue viviendo de la “movida de los 80” que se dió con la euforia de la transición. Vacío desde entonces. Los movimientos artísticos surgen de la experimentación; no hay subvenciones a la experimentación en material de arte.

En Estados Unidos, gran parte de las entidades sin ánimo de lucro (sin nombres evocativos sino directos como Design Trust for Public Space) no tienen como ocupación prioritaria la actividad abierta al público. Esto es rarísimo en España. De hecho leyendo los Encuentros de Arte Actual. Red y Colectivos Independientes en el Estado español, Florenci Guntin que es la  única persona que lo expresa directamente, dice: “no organizamos ningún tipo de exposición” … “a diferencia de las asociaciones y colectivos que están aquí…esta es una asociación sindical” pag 73).  El “hacer” como un trabajar sobre la estructura requiere estabilidad y planificación,  para lo cual se necesitan recursos de financiación estables, diversificados, más arriesgados y menos tradicionales. Si ésta no se da, el resultado es una tergiversación “del hacer” según la cual, “el hacer que trae dinero” y “el hacer que es fácil de ver” se lee en el inconsciente colectivo como “el hacer que es bueno” y finalmente como el único hacer. La transposición del sentido, aún siendo un mecanismo que facilita la posible reticencia ideológica de los colectivos y espacios independientes a la canalización del hacer, también va en contra de su espíritu independiente.

En España la mayoría de los recursos para la financiación de colectivos y espacios independientes vienen de organizaciones centrales. La clasificación “del hacer” en “actividad” es acorde con la mentalidad funcionarial de las instituciones (y tristemente también de muchos colectivos y espacios independientes) sin embargo no todo hacer es actividad.

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